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Cierto es que, el hecho de que el nombre de Tim Burton aparezca en el cartel es para mí un gran reclamo. Cierto es también que no sé exactamente el grado de participación de Burton en el filme (¿ha dado grandes ideas o sólo ha puesto la tela?). Pero lo realmente cierto es que me sorpendió que la película haya tenido tan poca taquilla hasta ahora y que la sala más pequeña del cine estuviera prácticamente vacía. No será por falta de publicidad. Ni porque no sepan vender nombres.

Número 9 es una distopía maravillosa y encantadora. Un científico crea una gran máquina que será la madre de todas las máquinas venideras, con fines productivos y buena intención. Cómo no, el gobierno roba su creación y la convierta en una horrible máquina de guerra (que parirá más máquinas horribles) que acaba destruyendo el mundo. El caso es que el científico anteriormente mencionado (de un gran corazón) se da cuenta de que tiene que enmendar su error y de que el fallo está en la ausencia de almas en las máquinas. Como solución, decide entregar su vida y crea nueve muñecos de trapo a los que va dando su alma en trocitos. Estos muñecos son la última esperanza.

La película es espectacular, impresionante y muy cuidada. El paisaje de la desolación tras la guerra está perfectamente recreado. A mí, personalmente, me encantó, me cautivó e incluso me emocionó. Gran estreno.